ARGUMENTO

En una fría noche de invierno una joven llamada Eva Laurent encuentra en su habitación un extraño colgante que empieza a brillar en la oscuridad. Al principio no le da importáncia, ya que se piensa que es un regalo de su madre, pero poco a poco va a descubrir que aquel extraño objeto va a cambiar su vida por completo.


sábado, 13 de abril de 2013

CAPÍTULO 10

Bueno, pues después de muchísimo tiempo ya he podido colgar el décimo capítulo :D Pido disculpas por haber tardado tanto pero ha habido diversas situaciones que no me han permitido escribir, lo siento. Espero que os guste y que comentéis :)
Besooos


- ¿Do - Dónde estoy?
- ¡Eva! ¿Eva!
- ¿Mamá?
- ¿Dónde estabas? Te hemos estado buscando.
- ¿David? ¿Qué es este lugar? ¿Por qué está todo blanco?
- Vamos, ven con nosotros.
Empiezo a caminar hacia ellos sin entender muy bien qué pasa, pero pasado un rato me doy cuenta  que siguen igual de lejos que antes.
- ¿Qué estás haciendo? ¿Hacia dónde vas?
- ¿Marcos?
Me giro y muy al fondo veo a Marcos y a otra persona que no consigo distinguir.
- ¿Qué está pasando? ¿Qué hacéis todos aquí?
- Vamos pequeña, ven con nosotros.
Cierro un poco los ojos forzando la vista para conseguir ver quién es la persona que ha dicho eso. Al fin consigo darme cuenta que el acompañante de mi novio es papá.
- ¡Papá! ¡Papá!
Corro los más rápido que me permiten mis piernas, pero en seguida paro... ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué no paro de perseguirle cuando en realidad él no quiere verme? Que tonta que soy, todo este tiempo me he comportado como una estúpida llorando por una persona que no se preocupa por mi. Quizás sea mi padre, pero en estos últimos meses no me ha escrito nada ni me ha llamado para preguntarme como me va todo.
Miro a derecha e izquierda, no hay nadie, así que empiezo a caminar hacia la izquierda mientras a mi espalda todos me llaman. No voy a volver, les quiero mucho a todos pero ahora mismo solo les estoy haciendo sufrir y no se lo merecen. Quizás lo mejor que puedo hacer es desaparecer, dejar todo atrás, ya basta de hospitales y de sueños con bosques gigantes, es hora de despertar.
- Hola...
Una voz muy dulce suena por todo aquel extraño lugar. Miro hacia todos lados, pero no hay nadie.
- Estoy aquí.
- ¿Cómo lo has hecho?
- ¿Hacer qué?
- Aparecer delante de mi de repente.
- He estado a tu lado todo el rato, solo he cambiado de lugar.
Aquella chica de largos y rubios cabellos sonríe. Lleva un vestido largo de color blanco del cual no consigo ver el final.
- ¿Quién o qué eres?
No hay respuesta, solo sonríe y se acerca a mi.
- No juzgues a las personas que amas.
Noto como una brisa pasa a través de mi cuerpo. Al girarme no veo a nadie, la chica ha desaparecido.
Vuelvo a mirar al frente, una fuerte luz brilla intensamente. Es la hora, por fin voy a despertar.

- ¡Rápido traed una palangana! ¡Está vomitando sangre!
- ¡Eva! ¡Eva cariño!
- Señora tiene que irse de aquí.
- Pero mi hija...
- Le avisaremos cuando pueda verla.
- Mam...
No puedo pronunciar ni una sola palabra porque en seguida me pongo a vomitar. Des de que desperté es lo único que he hecho, y fue hace diez minutos. Los médicos no encuentran la solución para hacerme parar, dicen que es una de las cosas de mi enfermedad, pero yo no se de qué me hablan.
Una doctora acaba de entrar con una bolsa de sangre, me van a hacer una transfusión. Al parecer he perdido bastante y es muy peligroso. Puedo oír como mi madre está chillando en el pasillo mientras Ali intenta calmarla.
- ¿Cómo estás? ¿Te sientes mareada?
- No.
- Bien, si empiezas a encontrarte mal avísame en seguida, ¿de acuerdo?
- Sí.
Cinco minutos después me he quedado dormida. Estoy sentada en una silla mirando a la nada. Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos, quiero dejar de sufrir.
Detrás de mi hay alguien, puedo notar su presencia. Su mano se ha posado en mi hombro suavemente y sus mejillas se acercan a las mías, secando el resto que han dejado las lágrimas.
- No llores más porque así no solucionarás nada.
- ¿Y qué más puedo hacer?
- ¿Sabes qué es lo que tienes?
- No, nadie lo sabe.
- Pues ya tienes algo por donde empezar.
- Pero...
- A veces las personas que menos esperas son las que mas te pueden ayudar.
Mientras pronunciaba la última frase ha dado media vuelta y ha empezado a caminar en dirección contraria a mi posición.
- ¡Daniel espera!
- ¿Qué pasa?
- Con eso... ¿te referías a mi padre?
- Yo no he dicho eso, has sido tu.
- Gracias...
- De nada, espero verte pronto...

¿Que debo hacer ahora? No puedo abandonar el hospital e irme a Madrid... ¿O si? Pero en todo caso necesitaría ayuda, las enfermeras no me quitan el ojo de encima y mamá tampoco es de mucha ayuda. David no se arriesgaría a ponerme en peligro y si se lo pido a Alicia seguro que se lo cuenta, y más ahora que son novios. Ya solo me queda... ¿Amanda? Sí, seguro que ella me ayuda. Cinco minutos después de llamarla aparece en mi habitación.
- ¿Qué es eso tan urgente que tenías que pedirme?
- Necesito que me ayudes a escapar del hospital.

miércoles, 27 de marzo de 2013

¡Me han nominado!

Criskti del blog En El Juego De Mi Vida ¤ me ha nominado a un premio! Mil gracias Criskti :D

Aquí tenéis las reglas:

Si te han concedido este premio tienes que:
1. Nombrar y agradecer al blog que te lo concedió.
2. Responder a las 11 preguntas que se formulan.
3. Enumerar 11 cosas sobre ti.
4. Conceder el premio a 11 blogs con menos de 200 seguidores.
5. Formular 11 preguntas para que respondan los blogs a los que concedas el premio.
6. Visitar los blogs que han sido premiados junto con el tuyo.
7. Informar a los blogs de su premio.

Estas son mis respuestas:
1. ¿Te afecta lo que los demás digan de ti? Depende de la persona, si me cae bien sí pero si me cae mal me da un poco igual :P
2. ¿Cuál es tú canción favorita? Heartbreaker de Auryn
3.¿Tienes sueños por cumplir? Sí, bastantes jajaja
4.¿Qué te inspiró para crear el blog? Mis amigas ^^
5. ¿Cuál es tú libro favorito? ¡Buenos días princesa! De Blue Jeans
6. ¿Qué buscas nuevo en tú vida? Mmmm... Nada en especial xD
7. ¿Qué sensación sientes más a menudo? Felicidaaad!!
8. ¿Tú vida ha cambiado desde que creastes el blog? No mucho
9. ¿Cuál es tú animal favorito? El perro
10. ¿Cuántos novi@s has tenido? (Se me acaba la imaginación) Novios serios uno jajaja
11.¿Te gusta comer? Sip

11 Cosas sobre mí:
1. La amistad y la familia lo primero
2. Manga y anime, ¡lo mejor!
3. No puedo vivir si música
4. Me encanta escribir
5. Soy fan de Auryn y Mcfly
6. Adicta a Youtube xD elRubiusOMG, MangelRogel, CarapollenShow... los veo todos!
7. Quiero tener muchas mascotas
8. De pequeña leía libros a montones
9. Tengo una gran imaginación
10. Adoro el chocolate
11. Siempre estoy ahí cuando alguien me necesita

Mis 11 Nominados:

Mis Preguntas:
1. ¿Por qué empezaste a escribir?
2. ¿Qué grupo o cantante te gusta?
3. ¿Qué te inspira?
4. ¿Libro o película?
5. ¿Muchos amigos pero distantes o pocos y verdaderos?
6. ¿Tienes algún objetivo en la vida?
7. ¿Fácil de enamorar?
8. ¿Playa o montaña?
9. ¿Lees mucho?
10. ¿Qué tipo de libros te gustan más?
11. ¿Te consideras amable con tus amigos?

Hasta aquí mis preguntas y respuestas ^^ Perdonad que no haya 11 blogs nominados pero es que no he tenido tiempo de encontrar más, lo siento.
Saludos y besoos


martes, 22 de enero de 2013

CAPÍTULO 9

Capítulo nuevee :) Perdonar por tardar tanto en colgarlo, pero también tenía que escribir en el otro blog que tengo y a parte estoy empezando con los exámenes así que mil disculpas. Bueno, espero que os guste mucho este capítulo aunque no sea muy largo, y dar las gracias a Ana y Sarai por ayudarme :) Besitoos


Cuando Lírio me ha visto me ha dado un fuerte abrazo. Nunca llegué a pensar que la gente se podía preocupar tanto por mi... Siempre he sido un poco la olvidada de la clase, a parte de David, Alicia y Amanda no tengo muchos amigos más. No es porque sea rarita ni nada de eso, pero a veces es mejor tener pocos amigos y de verdad a muchos y falsos, o eso decía papá... Le echo de menos, ahora mas que nunca. ¿Cómo estará? ¿Se habrá despertado ya? Y luego está lo de aquel hombre que se le parecía tanto... ¿o era él? Pero ahora no me debo preocupar por eso, estoy con Blanca, Marcos y los demás.
- Muchas gracias por aquella medicina, mi tos se pasó y la fiebre bajó después de la ducha de agua fría.
- No es nada, si te vuelve a subir fiebre o te encuentras mal no dudes en llamarme.
- Claro.
Después de unos minutos hablando, nos despedimos de Lírio y nos dirijimos a ver a Sarai y Rubén. Cuando llegamos, es él quien nos recibe con una enorme sonrísa. La verdad, no me extraña que Sarai se enamorara de él, su sonrísa es preciosa y ese pendiente de la oreja izquierda lo hace único, además es muy gracioso y divertido, el típico chico que hace que te enamores de él. Claro que, siendo sincera, Marcos es mil veces mejor. Al entrar en la casa Raspberry se acerca corriendo y sube hasta mi bolsillo. Yo rápidamente la agarro, tengo una cierta idea de quién puede estar dentro. Mis sospechas eran ciertas, Byron asoma su cabeza y rápidamente vuelve a esconderla. Sarai se acerca y coge a la pequeña gata, entonces yo recuerdo el sueño... ¿Debería contárselo? No lo se, no quiero ser yo quien le ponga el nombre al bebé. Al parecer mi cara de preocupación se ha notado mucho porque todos me han mirado y me han preguntado si me encontraba bien.
- ¿Cómo va tu embarazo Sarai? ¿Todavía tienes náuseas?
- Si... Incluso a veces he tenido que ir corriendo al baño, pero merece la pena por el regalo que vendrá.
- Se os ve muy contentos.
- Sí, he seguido la dieta que me has dado al pie de la letra.
- Perfecto, espero que todo vaya bien.
- ¿Tu como te encuentras? - Rubén se acerca por mi derecha y me deja un vaso de agua.
- No me puedo quejar, a veces me mareo pero al menos no es nada grave.
Marcos me agarra la mano y la aprieta muy fuerte, entonces me fijo en sus ojos, es como si me suplicara que no lo dejara solo. Yo le respondo de la misma manera y una leve sonrisa sale de su boca, sabe que no lo dejaré jamás.
Al parecer no somos los únicos que estamos de la mano, al otro lado de la mesa Blanca y Daniel están bien juntos.
- Y bien, ¿me vas a contar algo de tu novio?
- Pues... Empezamos a salir hace un mes y medio, nos conocimos en una fiesta en la plaza, es un año mayor que yo, le encantan los animales, es músico...
- Espera, ¿has dicho que es músico?
- Sí, ¿por qué?
- Yo se tocar la guitarra.
- Yo canto y toco el piano.
- ¿En serio? Pues algún día tenemos que tocar algo juntos.
- Claro, cuando tu quieras.
- Oye, a ver si ahora me vas a robar el novio.
Blanca me saca la lengua y todos ríen. Dani se levanta y ayuda a Marcos a recoger todo lo que hay por medio para comer. Sarai se dirije a la cocina para preparar algo, pero yo la detengo y decido ser yo quien cocine, ya que ella no debería hacer mucho esfuerzo. Creo que unas lentejas estarían bien, así que cojo todos los ingredientes que necesito y empiezo. Medio pimento verde, un cuarto de pimiento rojo, una pastilla de avecrem, una cebolla partida por la mitad, dos hojas de laurel, tres dientes de ajo, una patata a dados y un poco de sal. Luego las lentejas y a esperar.
- Vaya, tienen buena pinta.
- Gracias.
- Oye... ¿cuando sabremos si es niño o niña?
- Para eso necesitaría un buen equipo médico, y creo que aquí no lo tenéis.
- Entonces...
- Tendréis que esperar a que nazca. ¿Ya sabéis el nombre?
- Solo si es niño, Nevin.
- Vaya, es precioso.
- Gracias, lo escogió Sarai.
¿Se lo digo ahora? No, debería esperar a que ellos tengan el nombre, pero...
- Se sale la comida.
- ¿Qué? ¡Mierda!
He dejado la cocina perdida, en cuanto termine de servir los platos pienso dejarlo todo impecable. La fregona está en el patio trasero, así que tengo que salir de casa para buscarla. Abro la puerta, no hay mucha gente por la calle, supongo que todos deben de estar en sus casas comiendo. Unos niños todavía están jugando con la pelota, pero su madre los llama y ellos enseguida corren hacia ella. Los vendedores también cierran sus negocios, excepto uno que todavía tiene un cliente. Parece un hombre de unos cuarenta y tantos años, con el pelo un poco canoso y bastante alto. Me recuerda tanto a papá... Espera, ¿papá? No puede ser, creía que lo que vi la otra vez eran imaginaciones, ¡pero es real! Me dirijo lo más rápido que puedo hacia él, pero esta vez sin chillar para que no intente escapar.
Cuando estoy a unos metros, se gira y me ve. Al principio se queda quieto, pero después sale corriendo y yo hago lo mismo. No entiendo por qué cada vez que se encuentra conmigo no quiere hablarme, y tampoco qué hace aquí. Siempre hemos tenido una buena relación, incluso después del divorcio. Cada semana me escribía una carta para decirme como se encontraba y para que le contara que tal me iba en  clase. Hacía meses que no nos veíamos, y ahora que me tiene en frente... ¿por qué huye?
Pasamos por unas calles muy estrechas, cada vez estoy mas cansada y noto como me mareo. ¿Por qué no frena? ¿Por qué sigue corriendo? Me está dejando muy atrás... ¿Es que ya no me quiere? No aguanto más... Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos. Entonces paro, cojo aire y espero.
- ¡Ya bastaaaa! ¡¿Por qué te escapas?! ¡¿Por qué no quieres verme?! ¡¿Acaso he hecho algo mal?! ¡Deja ya de huir y respondemeeee!
Ya no puedo evitarlo y me pongo a llorar cual niña ha perdido su juguete favorito. Entonces, a lo lejos y con visión borrosa, me doy cuenta de que ha parado, por fin ha parado...
Los dos estamos quietos, sin decir palabra. Durante cinco minutos lo único que se oye es el silencio. Él está de espaldas, pero creo que está llorando como yo. Al fin, decide girarse y puedo verle la cara. Tal como pensaba sus ojos verdes están rojos y húmedos. Empieza a caminar, pero la distancia que nos separa es bastante grande. Mi corazón está muy acelerado, mis manos tiemblan y yo no se qué hacer. Cada vez está más cerca, y yo más nerviosa. Sin darme cuenta, ya lo tengo en frente mio. Nuestras miradas se cruzan y puedo ver que en sus ojos hay mucha tristeza.
- Hola hija.
Quiero responderle, pero mis piernas fallan y noto como caigo al suelo. Después, todo se vuelve blanco a mi alrededor y una luz empieza a brillar con mucha intensidad.

viernes, 7 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 8

Capítulo 8 :) Sí, he tardado un poco en colgarlo, pero no he tenido mucho tiempo con los exámenes y eso... Lo siento :P Bueno, este capítulo se lo dedico a Beid, que me ha acribillado a mensajes pidiendome que lo colgara jajaja Besoos :D

- Esto te dolerá un poco pero es soportable.
Llevo dos días encerrada en este hospital y lo único que hacen es sacarme sangre y hacerme preguntas cada dos horas sobre como me encuentro. David, Alicia y Amanda vienen a verme cada tarde para hacerme compañía y explicarme lo que ha dicho el profesor en clase. Mamá ni siquiera se ha ido del hospital, duerme aquí conmigo y por el día me cuenta cosas. La verdad, preferiría que estuviera con papá que está peor que yo... Todavía le doy vueltas a lo que paso en el mercado, ¿era ese hombre papá? No le he contado a nadie lo de mi “sueño” porque no creerían que es verdad.
- Ya hemos terminado el análisis, puedes volver a tu camilla.
- Vale, gracias.
Ya ni siquiera pregunto los resultados. Siempre dicen lo mismo, que ya me dirán algo, pero nunca dicen nada.
- ¿Y bien?
- Nada, lo de siempre.
- Hoy hemos tenido exámen.
- ¿De qué?
- Biología.
- ¿Como os ha ido?
- Bueno...
- No hagas caso, seguro que le ha ido bien, siempre dice lo mismo.
- ¿Qué? No es cierto...
- David, Ali lleva razón. Siempre te pasa lo mismo. Mejor dicho, a los dos os pasa siempre lo mismo. De verdad que estáis hechos el uno para el otro.
Los dos se miran unos segundo y acaban por besarse. Yo también desearía besar a Marcos. Cada día miro el colgante que he dejado en la mesa de al lado con la esperanza de que se ilumine y me lleve de vuelta a casa de Blanca, pero nunca pasa.
- ¿Dónde estás?
- ¿Cómo?
- Pues eso, llevas media hora mirando ese collar.
- Seguro que se lo ha regalado un chico.
- ¿Qué? No, no, no... Es el collar de mi madre.
- Imposible, si cuando te trajimos aquí me preguntó si te lo había regalado yo.
- Pero... Si apareció en casa de repente, yo nunca lo había visto.
- Que extraño...
- Seguro que debe ser de tu madre, pero con los nervios y todo no se acuerda.
- Seguro...
No. Mamá tiene muy buena memoria y jamás olvidaría uno de sus colgantes. ¿Y si...? No, es imposible, estaba cerrada...
- Nosotros nos vamos ya que tenemos que recoger a la hermana de Alicia.
- Vale, tener cuidado.
Los dos me dan un beso en la mejilla y se van. Me quedo sola en la habitación. Estoy cansada de estar aquí tumbada, así que decido darme un paseo por el hospital. Al fondo del pasillo una niña está llorando, pero nadie le hace caso. Me acerco a ella, debe tener unos cinco años, y le pregunto que le pasa. Al parecer, a su hermana mayor le han atropellado y su madre está hablando con las enfermeras. La cojo en brazos y la tumbo en mi cama. Después de unos minutos acariciándole el pelo se duerme, y yo a su lado.


- ¡Mira cariño! ¡Es una niña preciosa!
- Es igual de guapa que tu, ¿a que si pequeña?
- ¿Como la vais a llamar?
- Como su madre, Sarai.
- No mi amor, he pensado otro nombre, Guri.
- Adorable en noruego ¿no?
- Exacto.
- Me encanta.


- ¡Eh! ¡Despierta!
La pequeña se ha despertado, su madre la está buscando. La cojo de la mano y empezamos a caminar por el pasillo. Mientras recorremos el hospital pienso en el sueño que he tenido... Eran Sarai y Rubén... Y también su hija... Y yo estaba ayudando en el parto. ¿Qué quiere decir?
- ¡Mamá!
- ¡Cariño!
Las dos se abrazan. La niña le dice algo al oído y la madre se acerca a mi.
- Gracias por cuidar de mi hija Guri.
- De nada... Espere, ¿cómo ha dicho que se llama?
- ¡Eva! ¿Qué haces fuera de tu camilla?
- Perdona doctora, pero es que estaba ayudando a esta niña que se ha perdido y...
- ¿Qué niña?
Me giro y la niña y su madre ya no están.
- Per... Pero si estaba aquí con su madre... Y a su hermana la acaban de atropellar...
- Eva, no han atropellado a nadie, no hay ninguna niña con su madre, en este hospital no viene gente con accidentes, aquí solo hay gente a la que le realizan pruebas. Vamos, vuelve a tu cama, te haré más pruebas.
¿Qué acaba de pasar? Yo lo he visto, he visto a esa niña, Guri, y a su madre... Y luego he tenido ese sueño y... Quizás me este volviendo loca, pero... ¿Por qué la niña se llamaba como la hija de Sarai? ¿Es una señal?
- Muy bien, mira mi dedo y síguelo con la vista. Así, muy bien. En una hora te haremos otro electroencefalograma, ¿vale? Para ver porqué tienes alucinaciones.
- Entendido...
¿Alucinaciones? ¿Es eso lo que tengo? Quiero volver, quiero volver con Marcos, Blanca, Byron... Lo deseo con toda mi alma... ¡Quiero volver!
Cierro los ojos lo mas fuerte que puedo y que he podido jamás, aún así puedo ver la luz y poco a poco me voy durmiendo....


Abro los ojos. Reconozco el lugar en el que estoy, es la habitación de Blanca. Una sonrísa se dibuja en mi cara. Me incorporo un poco, pero en seguida paro. Sentado a mis pies con la espalda apoyada en la pared está Marcos durmiendo. Me acerco a él lentamente y le beso suavemente en los labios. Le he echado de menos. Veo como abre los ojos despacio.
- Buenos días dormilón.
Rápidamente se levanta y me abraza fuertemente.
- ¿Eres tu de verdad? ¿O es otro de mis sueños?
- Soy yo.
Estamos unos minutos abrazados en silencio. Podría estar así toda mi vida.
- No me vuelvas a hacer esto, he estado muy preocupado, no me he separado ni un momento de ti con la esperanza de que despertarías.
- Estás loco.
- No lo descarto.
- ¿Qué pasó? No recuerdo nada.
- Te desmayaste en el baño. Blanca salió llorando y pidiendo ayuda. Entre corriendo, te cogí en brazos y te traje hasta la habitación.
- Espera... ¿has dicho que entraste?
- Tranquila, mi hermana ya te había tapado con la toalla y luego te vistió antes de que yo me sentara aquí.
- ¿Seguro?
- Que sí tonta, si no pregúntale a ella que está ahí fuera.


¡Blanca! Es verdad, casi me olvidaba, seguro que ella también estaba muy preocupada. Pego un bote y voy corriendo hasta el comedor. La veo de espaldas sentada en el sofá pero... ¿está con un chico?
- Mira quién se ha despertado.
- ¡Eva!
En menos de un segundo las dos ya nos estamos abrazando mientras lloramos. El chico del sofá se levanta y se acerca. Tiene el pelo largo, mas o menos por la nuca, y de color castaño. Sus ojos son verdes.
- Deja que te presente a Daniel, mi novio.
- Encantada, soy Eva.
- Blanca no ha dejado de hablar de ti en todos estos días.
- ¿En serio? Pues de ti no me había dicho nada...
- Es que era una sorpresa, os quería presentar en una quedada de parejas.
- No le creas, quería guardárme para ella solita.
- Me has pillado.
- Haceis muy buena pareja, de verdad.
Marcos me rodea con su brazo.
- Tendríamos que ir a ver a Sarai y Rubén, estaban preocupados. ¡Ah! Y también a Lírio.
- De acuerdo.
Cierto, tengo que ver a Sarai cuanto antes y contarle lo del sueño...
- ¿Podemos acompañaros Daniel y yo?
- Claro, así conozco más al chico con el que sales, ya que todavía no me has contado nada...
- ¿Vas a estar con eso todo el día?
- Puede...

martes, 13 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 7

Bueno, pues aquí está el capítulo siete :) Espero que os guste y que lo comenteis ;)


La merienda en casa de Sarai y Rubén ha sido genial. Hasta ahora, hemos estado hablando, riendo y jugando a las cartas, pero de repente me ha dado un pequeño mareo y hemos tenido que parar a que descansara un poco. Marcos me ha traído una taza de café para que me subiera la tensión, ya que siempre la suelo tener baja.
- ¿Ya estás mejor?
- Sí, no te preocupes no era nada.
- Aprovechando el momento, a mi esposa y a mi nos gustaría deciros algo.
- Todavía no es muy seguro, pero esperamos tener razón.
- No te preocupes cariño, ya veras que sí.
- Oye decirlo ya que nos tenéis intrigados.
- Bueno... No se como decirlo...
- Lleva dos semanas de retraso.
- ¿De retraso? ¿De qué?
- De eso que nos viene a las mujeres... Ya sabes...
- Espera, ¿me estás diciendo que estás embarazada?
- Creemos que sí, ya que además últimamente está desganada y tiene muchos mareos.
- ¡Muchas felicidades! ¡Es genial! - Me levanto y rápidamente abrazo a Sarai.
- ¿Genial? ¿Genial? ¡Cómo va a ser genial si no tenemos un médico que os ayude en el parto!
- Marcos no te alteres, que voy a ser padre alégrate.
- ¿Pero os estáis escuchando?
- No te preocupes, por mucho que me duela quiero tener un parto natural.
- Si ya no es por eso Sarai... Perdonar mi reacción pero un embarazo es algo muy serio, el bebé puede correr peligro si no se hace lo correcto y aquí nadie tiene experiencia...
- En eso te equivocas, yo podría ayudarles durante todo el proceso y en el parto.
- ¿Eres médica?
- Estudiante de enfermería.
- Que bien, mira cariño ya no hay porque preocuparse. ¿Podrias hacerme una lista con los alimentos que no debo comer?
- Claro, y también vendré a visitarte para ver como va todo.
Después de un rato hablando y discutiendo el nombre del niño o la niña, decidimos volver a casa. Durante el camino Marcos ha estado muy callado y apenas levantaba la vista del suelo.
- ¿Te pasa algo?
- ¿Qué? No, nada, esque esto me ha descolocado un poco...
- ¿Por  qué no te gusta la idea del embarazo? No tienes de que preocuparte yo les ayudaré en lo que haga falta.
- Ese es el problema.
- ¿Cómo? ¿Te molesta que ayude a tus amigos? ¿Crees que no se lo que hago? - Me suelto de su mano y me alejo unos pasos de él.
- Oye, oye, no te enfades. No me molesta que ayudes a mis amigos, y no pongo en duda la experiencia que tienes, pero estás empezando a ayudar a tanta gente que ya no te va a quedar tiempo para mi.
Mientras hablaba se ha ido acercando, me ha agarrado las manos y, cuando ha pronunciado su última palabra, me ha besado.
- Perdoname...
- Shhh - Pone su dedo en mis labios y me vuelve a besar.
- ¿Sabes? Siempre tendré tiempo para ti. - Le cojo de la mano y empezamos a caminar.
 Cuando llegamos a casa Blanca está en el sofá. Solo le hacen falta unos segundos para empezar a interrogarnos. Después de un buen rato explicándole todo (incluido lo de Sarai) se calma y me propone darnos un baño juntas.
- ¡Genial! Voy a ir preparando el baño y ahora salgo, tu prepárate las cosas.
- Vale.
- Se que parece extraño pero mi hermana se ha bañado con gente desde pequeña, hasta que Lírio enfermó...
- No te preocupes, no me importa, soy hija única así que esto es como ducharme con mi hermana.
- ¡Eva! ¡El baño ya esta! ¡Ves entrando que ya voy!
Cuando entro la bañera está llena de espuma. Me desvisto y entro en ella. El agua está a la temperatura perfecta y el jabón huele a vainilla. Bajo la cabeza y miro mi reflejo en el agua, pero sobre todo me fijo en el collar. ¿Será el amuleto del que hablaba Blanca? No lo se. La puerta se abre y mi amiga entra.
- ¿Qué te parece?
- Se está genial.
- ¿Sí? ¡Bien!
Mientras ella se desviste yo vuelvo a mi reflejo. Entonces, el collar empieza a brillar otra vez.
- ¡Blanca! ¡Blanca ayúdame!
- ¡Eva! ¡Eva! ¡Eva!

- ¡BLANCA!
De un bote me incorporo. Miro a mi alrededor, pero no veo a nadie. Estoy en una camilla

tumbada, llena de cables y a mi lado una máquina que, si no me equivoco, marca mis constantes vitales. La cortina se abre y una doctora aparece.
- Túmbate otra vez por favor, voy a examinarte.
- ¿Qué me pasa doctora?
- Verás... Quizás te resulte difícil de asimilar, pero llevas en coma unos cuantos días.
- ¿Qué? No puede ser... Pero si yo...
- No te alteres, no es bueno para ti. Ya he avisado a tu madre, vendrá en cuanto pueda.
- De acuerdo...
Pasados unos minutos entra David, corre hacia mi camilla y me abraza entre lágrimas.
- Menos mal que has despertado, me tenias muy preocupado, he venido cada día a verte e incluso a veces has abierto los ojos pero...
- Tranquilo, tranquilo, no llores mas, estoy aquí ¿vale? Eso es lo importante.
- Vale...
Despues de un rato, mi mejor amigo por fin se calma y al fin podemos hablar tranquilamente.
- ¿Qué ha pasado mientras yo no estaba?
- Nada importante, Amanda y Alícia vinieron a verte un día, aunque se fueron pronto porque tenían deberes.
- Que bien. Hablando de Ali... ¿Tu y ella ya...?
- ¿Si ya salimos? Bueno, supongo que se puede decir que sí...
- ¡¿Cómo?! ¡Y decías que no había pasado nada importante! Vamos, cuéntame como pasó.
- Pues... El día que vinieron a verte, nos fuimos los dos a tomar algo abajo y bueno... Le pedí salir y me dijo que sí.
- ¡Es genial! La mejor notícia que me podías dar.
- ¡Eva cariño!
Mamá entra corriendo y, igual que David, me abraza mientras llora.
- Hola mamá.
- ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo?
- Tranquila que estoy bien, deja ya de acariciarme tanto que me vas a desgastar la cara.
- No sabes lo mucho que me has echo sufrir, tuve que venir desde Madrid corriendo cuando me lo contó Elisa.
- ¿Qué? ¿Por qué lo hiciste? Tendrías que haberte quedado con papá que está peor que yo.
- Cielo, ahora tú eres lo que mas me importa, y si tu padre hubiera podido hablar me hubiera dicho que viniera.
- …
- Tu madre tiene razón, no te enfades con ella que ha estado muy mal.
- No me enfado pero... Me preocupo por papá, ¿cómo está?
- Igual...
- Perdonad que interrumpa, pero sería conveniente que dejarais descansar un poco a Eva ya que tenemos que hacerle unas pruebas en un rato y tiene que estar preparada.
- De acuerdo, lo que usted diga doctora. Vamos David, llamaremos a tu madre para informarle. Cuídate hija.
- Tranquilos que de aquí no me voy a mover.